
La ELECTROTERAPIA es una disciplina que se engloba dentro de la fisioterapia y se define como el arte y la ciencia del tratamiento de lesiones y enfermedades por medio de la electricidad.
La Historia de la Electroterapia es muy antigua y se remonta a la aplicación de las descargas del pez torpedo en la época griega y romana
Actualmente, la tecnología ha desarrollado numerosos aparatos para la aplicación de la electroterapia sin correr riesgos de efectos secundarios, como los TENS o los estimuladores de alta o baja frecuencia.
Los principales efectos de las distintas corrientes de electroterapia son:
• Anti-inflamatorio.
• Analgésico.
• Mejora del trofismo.
• Potenciación neuro-muscular.
• Térmico, en el caso de electroterapia de alta frecuencia.
Se aplica en procesos dolorosos, inflamatorios músculo-esqueléticos y nerviosos periféricos, así como en atrofias y lesiones musculares y parálisis.
Existe la posibilidad de aplicarla combinada con la ultrasonoterapia.
La electroterapia es una prescripción médica y es aplicada por un fisioterapeuta.
Tipos de corrientes:
Baja frecuencia: Van desde la galvánica pura o continua hasta corrientes con frecuencias de 800 Hz. Como formas de corriente de baja frecuencia tenemos: galvánica pura o continua, galvánica interrumpida o rectangular, farádica rectangular, galvano-farádica progresiva y moduladas.
Con este tipo de corrientes se busca sustituir estímulos fisiológicos naturales por un estimulo artificial conseguido a partir de un equipo generador. Por ejemplo, se puede estimular un músculo paralizado. La corriente va a producir la contracción del músculo al crear una diferencia de potencial entre la membrana y el interior de la fibra nerviosa excitada. También tiene un efecto analgésico, antiespasmódico, hiperemiánte y térmico.
Indicadas para el tratamiento de afecciones del sistema neuromuscular como las neuritis, neuralgias, mialgias, miositis, lumbalgias y contracturas musculares, afecciones del sistema circulatorio y, generalmente, patologías que cursan con problemas de irrigación o edemas.
También se utiliza para tratar afecciones osteoarticulares como la artrosis, artritis, procesos traumáticos, distensiones músculo tendinosas y rotura fibrilar. Están indicadas en patología neurológica y electrodiagnóstico, entre otras muchas aplicaciones, ya que va a depender mucho de la intensidad y tipo de estímulo que se aplique.
Media frecuencia: Abarca frecuencias entre 801 y 20.000 Hz y son las denominadas corrientes interferenciales. Con este tipo de corrientes se consigue una baja sensación de corriente, una gran dosificación y es aplicable a todo tipo de lesiones, ya que, dependiendo de la frecuencia aplicada, conseguiremos un efecto excito-motor.
Indicada en procesos de atrofia muscular por inmovilización, degeneración parcial del sistema neuromuscular, estimulación, en caso de anquilosis, contracturas, tonificación, y en casos de problemas de circulación periférica.
Alta frecuencia: Engloba frecuencias que van desde los 20.001 a los 5 Mhz. Entre ellas encontramos la diatermia, que va a tener unos efectos hiperemiante, analgésicos, antinflamatorios y antiespasmódicos. La onda corta, que dependiendo de su forma de aplicación tendrá un efecto térmico o no, va a tener un efecto analgésico, relajante muscular, estimula la circulación sanguínea y favorece la cicatrización de las heridas, antinflamatoria, profiláctica en postoperatorios. También esta indicada para esguinces, roturas musculares, contusiones, fracturas, osteomielitis, bursitis, sinusitis, prostatitis y estimulante de la circulación periférica, ciática,...etc.
Estas indicaciones dependerán del tipo de aplicación si es onda corta continua o pulsada.
Microondas: El principal efecto terapéutico es el térmico. Se va a producir una fuerte vasodilatación, tanto arterial como venoso, aumento de la velocidad circulatoria, analgesia, antinflamatoria por lo que esta muy indicada en infecciones de órganos anejos a la piel, como forúnculos, ántrax,... Otra de las indicaciones de la microonda es para la otitis, sinusitis, artropatías, esguinces, epicondilitis, neuritis, asma bronquial, pleuritis, procesos perianales, cistitis, prostatitis, etc...
Contraindicaciones: Quemaduras, portar algún tipo de estructura metálica en el organismo como puede ser alguna placa de metal o tornillo, marcapasos, fiebre, tumores, embarazo, zonas de crecimiento óseo en niños, tratamientos con anticoagulantes o antinflamatorios
No debemos olvidar que la electroterapia es una técnica fisioterápica, por lo que solo debe ser aplicada bajo indicación médica.
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